Todo sigue igual.

Publicado en por ÉL TIENE NOVIA

Todo sigue igual. Ha pasado una semana desde la última vez que escribí y no tengo más que un par de cosas que contar. La primera es que ha vuelto a cambiar el lugar de encuentro con los elf y ahora será en el planeta Falador. Está en el mismo sistema que el anterior, así que el cambio no tiene importancia a efectos de tiempo y desconozco si significa alguna cosa o supone señal de confirmación o contratiempo, porque nunca he tratado con los elf y no estoy al tanto de sus pequeñas sutilezas diplomáticas, como dice escuetamente el ordenador de a bordo.
Las otra noticia es que nos hemos estrenado como corsarios: el objetivo ha sido una nave afiot que Snorr detectó en los instrumentos. No se movía y la alcanzamos rápidamente, pero fue un chasco, porque aquello era una chatarra abandonada por lo menos trescientos años atrás. De la tripulación, ni rastro; por suerte para ellos debieron de ser rescatados.
Respecto a la carga, era una nave de transporte mineral, así que nada de lo que llevaba a bordo nos servía. Lo único aprovechable fue el maldito aparato de comunicaciones. Con este tenemos cuatro, pero ninguno sirve para lo que lo necesitamos. Con el aparato afiot tenemos además el problema de que no sabemos cómo funciona, así que no hay manera de adivinar si el zumbido que suena de vez en cuando es un mensaje codificado o una interferencia.
Además de la radio nos llevamos un mapa del planeta afiot, que no nos sirve para nada pero no deja de ser curioso, una caja de herramientas y trescientos litros de agua para nosotros y nuestras plantas. Resulta agradable cambiar de vez en cuando el agua y no beberse todas las semanas la misma.
También vaciamos su despensa, pero luego hemos tenido que tirarlo todo: es simplemente asqueroso lo que comen esos afiot. Por último, como buenos corsarios, destruimos completamente la nave con nuestra artillería. ¡Menuda potencia de fuego manejamos!
Salvo esto, no ha sucedido nada digno de ser contado, pero como no se escriben diarios para contar cosas sino para matar el tiempo, diré que por mucho que se empeñen en llamarse a sí mismos los de alma brillante, los viajeros también conocen el aburrimiento, porque tarde o temprano hasta ellos se cansan de revisar el equipo y hacer ejercicio.
El aburrimiento, que yo sepa, es el único sentimiento completamente universal. Probablemente sea en eso donde más se note que Dios hizo el mundo a su imagen y semejanza.
O a lo mejor lo de Dios era amor. Vete a saber.

Para estar informado de los últimos artículos, suscríbase:
Comentar este post